Las autoridades griegas continúan hoy una amplia operación iniciada ayer para rescatar a cerca de 700 inmigrantes que viajan en una embarcación cerca de la costa sureste de la isla de Creta. En la noche de ayer la fragata 'Hydra' de la armada griega inició las tareas de remolque del buque que se ven dificultadas por los fuertes vientos de grado 8 en la escala Beaufort y las olas que llegan hasta los tres metros de altura.
En el rescate participan también cuatro buques mercantes y un helicóptero Super Puma de la fuerza aérea que fueron enviados a la zona para evacuar a los inmigrantes, aunque finalmente se optó por la opción de remolcar a la embarcación hasta un puerto de Creta.
De las 700 personas a bordo, que podrían proceder de Siria y Afganistán, unas 200 serían mujeres y niños y, según las primeras informaciones, todos se encontrarían en buen estado de salud.
El buque, de 77 metros de largo, lleva bandera de Kiribati, una isla del Océano Pacífico, pero se desconoce cual sería su puerto de origen.
Lo que es seguro es que su destino eran las costas de Italia, que no pudieron alcanzar cuando, a 30 millas náuticas al sureste de Creta, la embarcación sufrió un fallo mecánico y quedó a la deriva.
Las autoridades griegas prevén que el rescate finalice a mediodía cuando consigan trasladar la nave al puerto más cercano, el de Ierapetra, una pequeña localidad de Creta.
Se trata de una de las mayores llegadas de indocumentados a Grecia de los últimos tiempos.
El país heleno es una de las principales puertas de entrada de personas que quieren llegar a territorio europeo.
En septiembre pasado el Gobierno pidió el apoyo urgente de la Unión Europea para gestionar el flujo de personas que llega por vía marítima a sus costas, tras asegurar que los guardacostas del país están desbordados.
Además, la intensificación de los conflictos en Siria e Irak ha disparado la entrada de indocumentados en suelo heleno, cuyo número aumentó en agosto aproximadamente en un 400 % en comparación con el mismo mes de 2013, según datos provisionales de la Guardia Costera.
De las 700 personas a bordo, que podrían proceder de Siria y Afganistán, unas 200 serían mujeres y niños y, según las primeras informaciones, todos se encontrarían en buen estado de salud.
El buque, de 77 metros de largo, lleva bandera de Kiribati, una isla del Océano Pacífico, pero se desconoce cual sería su puerto de origen.
Lo que es seguro es que su destino eran las costas de Italia, que no pudieron alcanzar cuando, a 30 millas náuticas al sureste de Creta, la embarcación sufrió un fallo mecánico y quedó a la deriva.
Las autoridades griegas prevén que el rescate finalice a mediodía cuando consigan trasladar la nave al puerto más cercano, el de Ierapetra, una pequeña localidad de Creta.
Se trata de una de las mayores llegadas de indocumentados a Grecia de los últimos tiempos.
El país heleno es una de las principales puertas de entrada de personas que quieren llegar a territorio europeo.
En septiembre pasado el Gobierno pidió el apoyo urgente de la Unión Europea para gestionar el flujo de personas que llega por vía marítima a sus costas, tras asegurar que los guardacostas del país están desbordados.
Además, la intensificación de los conflictos en Siria e Irak ha disparado la entrada de indocumentados en suelo heleno, cuyo número aumentó en agosto aproximadamente en un 400 % en comparación con el mismo mes de 2013, según datos provisionales de la Guardia Costera.
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